Volvió Libanés «torturador» en la penitenciaría de Ciudad del Este.
La corrupción en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este parece estar lejos de disminuir, a pesar de las promesas de reforma por parte de las autoridades. Recientemente, se ha revelado que altos funcionarios penitenciarios, junto con guardias de la prisión, continúan involucrados en actividades ilícitas, incluido el tráfico de drogas y otras formas de contrabando.
Uno de los casos más preocupantes es el regreso de Ali Fouani, un ciudadano libanés condenado a 14 años de prisión por torturar a su hijastro menor de un año. Sorprendentemente, Fouani fue trasladado de vuelta a la Penitenciaría de Ciudad del Este, a pesar de haber estado previamente en el penal de Coronel Oviedo. Según fuentes, el traslado fue facilitado por altos funcionarios penitenciarios que supuestamente recibieron un pago de 10,000 dólares.
El regreso de Fouani plantea serias preocupaciones sobre la persistente corrupción dentro de la penitenciaría. Se sospecha que su traslado tiene la intención de permitirle continuar con sus actividades ilícitas, incluida la venta de drogas y bebidas dentro del penal. Estas ganancias ilícitas son compartidas entre los jefes de la prisión y sus cómplices, que incluyen a los guardias de seguridad, quienes también facilitan el tráfico de drogas dentro de la instalación.
Es evidente que se necesita una intervención urgente en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este para abordar esta corrupción arraigada. Las autoridades deben tomar medidas firmes para acabar con el tráfico y la corrupción que están socavando la seguridad y el bienestar dentro de la prisión.
