Hoy despedimos a un gigante del cine paraguayo, Carlos Saguier, cuyo legado seguirá resonando en las futuras generaciones de artistas y audiovisualistas. Su partida nos invita a reflexionar sobre el estado actual del cine en Paraguay, un arte que, aunque lleno de potencial y talento, ha enfrentado desafíos que lo han mantenido rezagado durante décadas.
Sin embargo, en medio de las adversidades, el cine paraguayo ha demostrado una resiliencia notable, con talentosos creadores que luchan por contar las historias de su país de manera auténtica y vibrante. Cada película, cada cortometraje, es un paso hacia adelante, un destello de luz en un panorama a veces oscuro.
Es hora de honrar el legado de pioneros como Carlos Saguier y trabajar juntos para impulsar el cine paraguayo hacia el futuro. Es hora de apoyar a los jóvenes talentos, de invertir en infraestructura y formación, de abrir puertas a nuevas voces y perspectivas. Solo así podremos superar ese retraso de más de 40 años y llevar al cine paraguayo hacia nuevas alturas de excelencia y reconocimiento internacional.
Que la memoria y el espíritu de Carlos Saguier nos inspiren en este camino hacia un cine paraguayo más vibrante, inclusivo y relevante para el mundo.
