Lágrimas de Esperanza: El Legado de Carmen Beatriz

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Te lloramos desde hace días, sintiendo tu ausencia de manera profunda y sin conocer tu rostro. Hoy, todo un país lamenta que hayas partido de este mundo junto a tus pequeños, un final que seguramente no era el que esperabas en tu cuento de hadas.

Tu compañero se adelantó, llevándose consigo una parte de tu vida. Despedirte de tu mitad con tus pequeños tan indefensos no fue un camino fácil. Como mujer, esposa y madre, enfrentaste el dolor con fortaleza, tratando de seguir adelante a pesar de las adversidades.

El mundo reconoce las batallas que libraste, no solo para superar tu propio dolor, sino también para proteger a tus retoños y preservar tu hogar y estabilidad. Quedaste sola para luchar en una batalla que no era solo tuya, buscando ayuda en las redes y expresando en una carta el vacío que dejaba la partida de tu amado.

No te culpamos, che hermana, ni te juzgamos. Teníamos la esperanza de que todo fuera una falsa alarma, de que hubieras escapado lejos con tus pequeños. Pero, al pasar los días, encontraron tu cuerpo, y con él se desvaneció también la esperanza de que tus pequeños estuvieran a salvo.

El domingo, recibimos la triste noticia de que encontraron el cuerpo de uno de tus retoños. La lección que todos aprendimos es la más triste que el Paraguay pudo experimentar.

Hoy es tu día mamá y deberías haber estado en tu dulce hogar celebrando, recibiendo besos y abrazos de tus pequeños, diciéndote «feliz día, mamita». Pero ese momento no llegará.

Queremos justicia y nos quedamos aquí para luchar en tu nombre, che hermana. Con lágrimas en los ojos, todo el PARAGUAY te dice: FELIZ DÍA MAMÁ. Elevamos una oración por tu descanso y seguimos llorando por ti y tus pequeños.

Hasta siempre…

Texto: Carmen Leguizamon – Si vos o alguien cercano necesita ayuda, podes acudir al Hospital Regional más cercano. Debemos prevenir el suicidio, juntos, podemos hacer la diferencia.

 

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